sábado, 22 de noviembre de 2008

EL SINDICATO DE MI MAMÁ.


Debo ser gilipollas. Soy tendente a creer que las cosas pueden mejorar. Trabajo desde que recuerdo y financié la mayor parte de mis estudios. Durante la dictadura milité en el Sindicato Libre de la Marina mercante, que era el único que se oponía a la vida militar en buques civiles.

Hoy me desespera la situación actual de la clase trabajadora. Debo ser el único que cree que los que trabajamos por un salario conformamos una clase, es decir estamos sujetos al mismo banco de la galera. Somos la parte más vulnerable de la sociedad.

En los nuevos tiempos los trabajadores tendremos que revisar el papel de las organizaciones sindicales profesionales. Y digo profesionales, porque viven de ello, sus intereses se alejan cada vez más de los trabajadores y están en quien queda liberado de ir a currar, cuantos despachos nos dan, quien está en la Junta de personal o en el comité de empresa, como se reparten los fondos de formación y a quien se contrata para darlos. ¿Con quien contratamos el fondo de pensiones? ¿A quien le cedemos los fondos de previsión social?.

C. la bella y simpática limpiadora de mi curre, me decía que la huelga de limpiezas en Pontevedra le está costando un riñón, los días de paro ni se cobra ni se cotiza.
Los piquetes organizados por el o los sindicatos involucrados, no tengo idea quienes son, vuelcan cajas de confetti hechas con periódicos en las instalaciones, en una actitud tan estúpida como inútil y que luego la buena de C. debe deslomarse limpiando.
El pasaje del aeropuerto preguntaba el domingo pasado si había ganado el Celta, por los confetti. Los retretes fueron atascados por el sencillo procedimiento de poner un rollo de papel en la salida de aguas. Es como si los trabajadores de una fábrica de coches se ponen a destrozar los que están en la calle pera reclamar mejores condiciones.
Da la impresión de que si ellos no ensucian, la presencia de trabajadores de limpieza no es necesaria. Estas acciones solo las pudo planificar un liberado: Cobra igual durante los días de paro, durante dos días se codea con empresarios y autoridades, rodeado del aura de la negociación y un leve halo de poder. Es posible que hasta ligue.

A estos artistas les recomendaría como asesora de acciones a mi mamá. Con sus 86 años sus acciones son de lo más llamativas: Todas las semanas en su visita a la tienta de cotillear, compra un lote de productos de limpieza, que utiliza profusamente en proporciones que un comité de científicos está investigando. A pesar de mis ruegos, ella limpia todo con esa mezcla y los otros dos habitantes de la casa debemos abandonarla apestados. Pido encarecidamente a los liberados de los sindicatos que hablen con mi mamá. Que les dé las marcas de los productos que usa. Todos los edificios públicos y privados que controlan serían desalojados de inmediato.

"O nos pagan esto y lo otro, nos ponen un despacho a los dirigentes y seis lineas de ADSL libres o seguimos limpiando". Mis amigas de la limpieza podrían pagar el alquiler y a lo mejor salir una noche con sus parejas y mi amigo F. comprarse una leche limpiadora. Pero por el bien de sus afiliados no sigan en huelga .

Y puestos a pedir, algunos funcionarios quedaríamos contentos si las deudas de doce años de sueldos congelados nos dejan que las administremos los muertos de hambre a los que representan y no el BBVA en Wall Street a través de los fondos de pensiones que contrataron.

A mi no puede representarme un dirigente sindical que no asiste a la manifestación del primero de mayo porque tiene una primera comunión. Puestos así, prefiero que me represente el Obispo que tiene más tablas.

Empleo el masculino en liberado, funcionario, empresario, aunque haberlas haylas, que no importa el sexo cuando la ambición es pura.

Y por si se les ocurre, que les conozco, tendrán que partirme la cara, que mis escasas propiedades están aseguradas a todo riesgo.

Me voy, que mi mamá olvidó sus llaves y está entrando por la ventana.


A Raquel que cree, trabaja e hizo fotos. A Rosario que está estupenda.

domingo, 16 de noviembre de 2008

AFGANISTÁN Y BRASIL.

Foto de la web.
Mi desconocimiento de los temas militares es evidente para quien me haya tratado. Pero en la posición de las tropas españolas en territorio afgano hay muchas cosas que me preocupan. La primera es por que se pierden vidas y se gasta dinero allí: Si la captura por los USA de Bin Laden ha sido un fiasco; si las posiciones de las innumerables tribus de la zona son cada vez más antioccidentales. Normal, habida cuenta de los ataques genocidas que las fuerzas norteamericanas perpetran de vez en cuando.

Después de Corea y Vietnam los Estados Unidos deberían saber que no hay una forma de gobierno que se pueda imponer por la fuerza, si no es mediante la destrucción y quiebra del país en cuestión y así les sirve de poco. Ahora los iluminados de este siglo han entrado torpemente en el cementerio de rusos, ingleses e indúes, generando nuevas enemistades. La compra de jefes tribales con dinero y armas solo sirvió en el pasado para instaurar el terror talibán.

El gobierno español que tan correctamente actuó en beneficio del país al retirar las tropas de Irak; hoy afirma, mañana niega la necesidad de enviar más tropas a territorio afgano. Una de las pocas guerras que perdió la Gran Bretaña fué la primera guerra afgana, de la fuerza expedicionaria inglesa quedó un solo superviviente.

Siempre he tenido mis dudas sobre la utilidad de los ejércitos. Descontado el avance tecnológico que para bien o para mal generan, sirven especialmente para dar la sensación de poder.

Pero hoy un fanático puede matar a cien personas de bien antes de que sepan por qué han muerto. No vale el pretexto humanitario, pues los últimos conflictos han demostrado en donde tienen las potencias occidentales su humanidad. Y siempre mueren los mismos, el hijo del pobre, el desempleado, el que buscaba reconocimiento...Y cientos de miles de civiles que les dá igual que les explote un banquero de Manhattan, un dictadorzuelo tribal o un clérigo shií, y cuyo único bien y libertad es su vida. Por eso hoy vuelvo a evadirme, a Brasil, naturalmente.

Ich Allah.

miércoles, 12 de noviembre de 2008

BRASIL Y AFGANISTAN.

BRASIL
Tengo facilidad para la evasión, me evado de cualquier penal y de todas las penas. Soy un tipo evasivo.
Era 1974. Tenía veintitrés años y navegaba en el singapureño "Cosmonaut". Había tenido una de mis épicas broncas con el Capitán. Decidí no cenar a bordo y evadirme. Me fui a tierra. Paranaguá era un pueblo amable, de gente trabajadora, alegre. Un buen sitio para olvidar la presión del barco y mi imperdonable pérdida de control.

Vi un restaurante que olía bien y entré, cené como un marqués rodeado de viajantes, parejas y familias. Una bella camarera sin dejar de sonreír, servía rápida las mesas. Llevaba un vestido extraño, de tela barata pero con un corte ciertamente extravagante. El vestido era sistematicamente ignorado y solo lineas suaves de un culo que se movía armoniosamente encima de unas piernas que podían adivinarse debajo de la abundante pero casi transparente tela me llevaban los ojos. Un extraño vestido de noche. Me gustaba la camarera. Le dije que tenía un vestido espectacular.
-Es de Pierre Cardini. Le debía sonar mejor un apellido italiano.
-Pero ese es un modisto muy famoso y caro...
-Aquí no. Buscas el modelo en una revista, le dices a la chica que cose: que lo quieres así y así, le llevas la tela y ella te lo hace.
-Muy bien, y ... ¿a que hora sales?.
Sonrió. Coqueta, entornando los ojos, dijo:
-Si eres capaz de esperar tres cuartos de hora....
-Ciertamente, ahora te pago la cena, salgo un momento y vuelvo antes de tres cuartos.
-"Tá certo".
Salí en la búsqueda de una Farmacia. No la vi , pero al final de la calle había un almacén de esos que hay en los pueblos que venden comestibles, herramientas y un sinfín de cosas. Varias señoras con chiquillos hacían sus compras de última hora.
No se por qué, tal vez por la época o por todos los santos que había en los anaqueles, no me pareció preguntar por "preservativos". Recordé que en la pacata Pontevedra de mi adolescencia, la gente le pedía a María la del carrillo "Gomas"-
-O Senhor ten "Gomas"?.
Puso un paquete de chicles en el mostrador.
-Disculpe, más eu nâo quero esso, nâo.
La señoras empezaron a mirar, escuchar y tratar de ayudar al dependiente a entender a aquel gringo chalado.
- Mas o senhor nâo quere gomas para comer?, dijo haciendo gestos de meter en la boca y mascar.
-Nâo. Eu quero gomas para foder.
El dependiente y las señoras empezaron a llorar de risa y apenas podían hablar. Balbuceando el buen hombre me dijo:
- Ah, Preservativos..
-Más eu nâo quería dizer na presença das senhoras ...
Mas risas.
-Entâo amigo, voçe deve pedir: "Camisinhas, camisinhas de Venus". Pero aquí no tenemos, debe comprarlas en la farmacia en la calle paralela un poco más arriba.
Pedí perdón por mi portuñol (como ahora), di las gracias y me fui a por las camisiñas.
En la madrugada; Graça y yo, muy contentos con su vestido, descubrimos que los dos nos habíamos evadido, ella del restaurante y yo del barco. Desde entonces me evado a Brasil.
Estos días estoy mucho en Brasil, mañana hablaré de Afghanistán.

domingo, 2 de noviembre de 2008

Debo una explicación y la voy a pagar.

Foto aérea del faro de Cabo Silleiro. El primero de mi lista. Autoridad portuaria de Vigo.

En la entrada del RISOR II, he querido hacer un ejercicio de memoria. Es una historia completa que despertó en mi muchos sentimientos, algunos imborrables y otros inaceptables, si puede ser. Tuvo consecuencias bastante serias en mi vida. Fui añadiendo texto en largas noches de servicio, entre parte y parte. Perdí el contacto con May Bessant en 1990, y por los putos traslados, perdí su teléfono. En esa fecha debía rondar los setenta años, le pregunté en que ocupaba su tiempo, me respondió:
-Atiendo personas ancianas.
Pido disculpas por la batallita a aquellos que la mar os importe un comino (fino). O no, que a mi si me gusta la mar y sus historias.